Siempre
pensé que ser estudiante universitario es un privilegio que tiene que ser
devuelto de alguna manera a la sociedad, que es la que me permitió ese
privilegio. Por eso no dudé en dedicarle el trabajo de final de carrera a la
nacionalidad Tsa´chila; el proceso de mi disertación para graduarme de Geógrafo, el que me
permitió adentrarme en su realidad y conocer su problemática. Compartir
con ellos me dejó algunas inquietudes que quiero compartirlas con ustedes,
puesto que las considero todavía vigentes.
¿Cuál es
el origen de los Tsa´chila?
Una
respuesta aproximada a esta pregunta se la encuentra fuera de la comunidad tsa´chila.
Según trabajos de antropólogos como Ronald Lippi (2004) y Frank Salomón (1997)
el origen de los tsa´chila es reciente y habría sucedido posterior a la
presencia europea en Ecuador. Se puede indicar que esta etnia proviene de una
posible fusión de miembros de los grupos indígenas Yumbos, Niguas y Sigchos que
habitaban la región presente entre el río Guayllabamba al norte y el río Toachi
al sur, los cuales se habrían juntado en el sector de Cansacoto debido a que se
encontraban debilitados en número al punto que su supervivencia corría peligro.
Las razones de ello son difíciles de establecer, ya que las enfermedades
venidas con la población europea fueron tan o más perjudiciales que los eventos
volcánicos. En la tradición oral de los tsa´chila se habla de una enfermedad
que afectó a su pueblo y que encontró en el uso del achiote una protección, lo
que se convirtió en una tradición vigente hasta hoy en día.
¿Qué es
ser Tsa´chila?
Hablar de
la identidad es complejo en toda cultura y en este caso no es la excepción.
Este tema se lo trata desde distintos puntos de vista e intereses y aún a
riesgo de enojar a mis amigos tsa´chila me atrevo a plantear desde una visión
externa que ser tsa´chila supera el pintarse el cabello. Y es que ponerse pasta
de achiote en el cabello y pintarse el cuerpo con huito es fácil y rápido, eso lo
puede hacer cualquiera. Pero hay cosas que solo quienes son tsa´chila pueden
hacer y saber. Desde ese punto de vista, tsa´chila es quien al menos tiene un
padre tsa´chila, quien entiende y habla tsa´fiqui, quien conoce historias
contadas en la familia, quien conoce del uso de las plantas medicinales y
ejerce de poné. Estas son características propias de la identidad tsa´chila,
difíciles de lograr si no se es un tsa´chila. Esta es una visión externa y quizás
elaborada desde parámetros académicos que busca responder una pregunta que
muchos nos hacemos, incluso los propios tsa´chilas.
¿Qué
problemas afrontan los tsa´chila?
En
general los pueblos indígenas en el mundo comparten el riesgo de ser absorbidas
por la cultura predominante, desapareciendo así los conocimientos desarrollados
a lo largo de miles de años.
En mis
primeros contactos con los tsa´chila, heredé el criterio dominante que afirmaba
que la reducción del territorio tsa´chila era su principal amenaza. Con el paso
del tiempo he comprendido que su debilidad no es la falta de territorio, porque
la tecnología permite mayor productividad o porque fácilmente se pueden
conseguir otras tierras. El peligro mayor
se ubica en la incapacidad de tratar cuatro temas fundamentales: debilidad
del Gobierno Tsa´chila, contaminación de sus ríos, disminución del uso del
tsa´fiqui, y la degeneración genética.
Varios estudios
tratan sobre los tsa´chila y diagnostican sus problemas, sin embargo el tiempo
pasa y los problemas continúan. Desde mi punto de vista, en esa situación tiene
mucho que ver el modelo de gestión que tiene la nacionalidad, que al no poder
solventar los problemas de su gente, tornan al Gobernador y a su Consejo de
Gobernación en una autoridad moral pero poco efectiva en tiempos de
pragmatismo. Eso convierte a la nacionalidad en fácil presa de las autoridades
mestizas, que cuentan con recursos y estructura administrativa para rebasar a
la autoridad de la nacionalidad y convertir en clientes a los dirigentes de
cada comuna, cuando no a grupos sueltos.
Otro
punto que incide de manera directa en la cultura Tsa´chila, es la contaminación de los ríos que atraviesan su
territorio, tema que les afecta desde hace más de dos décadas al punto de no
poder usar el agua del río para cocinar o bañarse, alteró además las costumbres
de baños de purificación, de pescar en incluso cazar. El siguiente cuadro muestra las fuentes de consumo de agua en porcentajes en las comunas Tsa´chila en el año 2007.
El tercer
problema es la disminución del uso de su lengua: el tsa´fiqui, al punto de encontrarse
en peligro de desaparecer. Lamentablemente son escasos los esfuerzos
institucionales y estatales que se hacen para evitarlo. Un estudio de la
Universidad Católica indica que hay comunas donde el uso del tsa´fiqui no está presente
en más de la mitad de las conversaciones diarias, lo cual es bastante si
recordamos que hace 50 años representaba la totalidad. Coincide que son aquellas
comunas que se encuentran en mayor contacto con la zona urbana de Santo
Domingo. Falta de materiales de lectura y de trabajo en las escuelas dificultan
su aprendizaje. De igual forma la falta de una gramática clara y publicaciones
especializadas complican su estudio. Aquí el Ministerio de Cultura brilla por
su ausencia. El tsa´fiqui es una lengua que tiene más de dos mil años a pesar
de carecer de escritura, por lo que lo más responsable es adoptar medidas para evitar
que se extinga.
Pocos se
atreven a hablar de otro problema fundamental que tiene relación con la degeneración
genética, producto de la obligación de casarse solo entre tsa´chila. La vigencia de esta “ley” viene de una
disposición del Gobernador Abraham Calazacón, que buscaba evitar que como
consecuencia de relaciones con mestizos se generen derechos de herencia que
pongan en riesgo el patrimonio
familiar. Esta medida no tendría
mayor incidencia si se tratase de una población numerosa, que no es el caso de
los Tsa´chila, que al contar con una población de alrededor de 2300 personas,
se da una alta probabilidad de tener como pareja a quien posea un grado cercano
de consanguinidad. Parece oportuno señalar que es necesario revisar esa disposición
por pecar de caduca y atentatoria contra las leyes naturales.
Fotografía del archivo personal del Padre Hugo Araujo, presente en el libro Dignos de una historia, 2015. |
Dicen que
un verdadero amigo es aquel que en el momento oportuno indica que algo necesita
rectificarse. Espero que así lo tomen mis amigos tsa´chila. Así como también
espero que los representantes de las instituciones llamadas a tomar cartas en
el asunto, inicien de una buena vez un trabajo serio que dé las respuestas
necesarias para este grupo humano que es sin duda el ícono de nuestra región.
¿Cómo será
el futuro de los Tsa´chila?
No tengo
la sabiduría de los shamanes Tsa´chila para responder eso, lo que sí puedo
hacer es imaginar lo que considero ideal para ellos en el año 2030.
En ese
año el tsa´fiqui contará, como toda lengua, con reglas para escribirse y
hablarse. Se habrán publicado varios libros en tsafiqui entre ellos la Biblia,
los textos escolares, se reeditarán libros de canciones y cuentos y se
escribirá la historia de los tsa´chila. Los tsa´chilas serán multilingües:
tsa´fiqui, castellano e inglés serán idiomas dominados por los niños y jóvenes
tsa´chilas. Los santodomingueños valorarán y considerarán como un patrimonio
cultural de su región al tsa´fiqui.
Sobre la
protección del territorio y el matrimonio, los tsa´chilas son fértiles y
multiplicaran sus tierras, volverán a aparecer bosques y los ríos serán
nuevamente sitios donde los niños tsa´chila aprenderán a nadar y pescar.
En ese año, nosotros los mestizos sabremos que ser tsa´chila es ser alguien cargado de saberes
milenarios a quien debemos el nombre de la ciudad, la provincia y región. Sabremos
que ser tsa´chila es mucho más que usar una falda multicolor y estar pintado el
cabello con una pasta de achiote, que por si no lo saben, es algo que pica como
no se imaginan.
*Hugo Torres López, 2016
Artículo publicado originalmente en el diario La Hora, Santo Domingo en la edición especial por los 49 años de cantonización del cantón Santo Domingo, en Ecuador.